FORTALECEOS EN EL SEÑOR

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Efesios 6:10 RVR1960

Esta recomendación que le hace el apóstol Pablo a los de Éfeso, es también para nosotros hoy en día. Pero nos preguntamos ¿cómo nos podemos fortalece en el Señor y en el poder de su fuerza?  Si seguimos leyendo Efesios 6 nos daremos cuenta que Pablo menciona la armadura de Dios como la manera de resistir, ¿pero cuándo realmente podemos ser fuertes? Miremos:

Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:7‭-‬10 RVR1960

Vemos pues que nos hacemos fuertes cuando nos sentimos débiles, pues es ahí cuando el Señor perfecciona su poder en nuestras vidas. Por eso las palabras de Juan Bautista nos enseñan la actitud que debemos tener todos.

Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
S.Juan 3:30 RVR1960

Así como dijo Juan el Bautista reconociendo que Jesús debía crecer en ese tiempo y la fama de Juan menguara, así es necesario que aquel viejo hombre que hemos sido y que aún quedan cosas, deben menguar, desaparecer y perder toda fama y logró que hayamos conseguido, pero que todo lo que obtengamos sea porque Dios lo ha hecho y nos lo ha entregado. Pues Yeshúa nos deja muy claro que para seguirlo debemos perderlo todo por Él.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.  Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
S. Mateo 16:24‭-‬27 RVR1960

Y es allí cuando todo lo hemos entregado en sus manos y lo perdemos todo en esta vida cuando nuestro Señor se manifiesta con su poder, pues sabemos que no somos nosotros los que hacemos las cosas sino que es Él el único que lo hace y en la fuerza de su poder nos sostenemos. Y cuando nos creamos estar muy fuertes y seguros cuidémonos porque Él nos advirtió.

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
1 Corintios 10:12‭-‬13 RVR1960

Porque nuestro Señor prueba constantemente si estamos o no fortalecidos en Él y por eso es necesario que nos acontezcan diferentes tribulaciones, para que se vaya formando el fruto del espíritu que es:

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.  Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
Gálatas 5:22‭-‬26 RVR1960

y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;  Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Hebreos 12:5‭-‬11 RVR1960

Así pues que toda prueba, tribulación o tentación nos hace fuertes en la fuerza de Yeshúa y cada vez que somos MENOS PARA EL MUNDO, SOMOS MÁS EN EL REINO DE LOS CIELOS Y SOMOS BIENAVENTURADOS.

 

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.  Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.  Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.  Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.  Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
S. Mateo 5:3‭-‬12 RVR1960.