LA PROMESA DEL ESPÍRITU SANTO

“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”

Hechos 1:4-5

Jesús antes de ser entregado, habla con los discípulos y les dice que Él se va, pero que no los dejará solos y  que les conviene que se vaya para que el Espíritu Santo venga a ellos.

 

JUAN 14:15  15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.  19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. 25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Es en esta palabra en la que Jesús deja establecido, que el Espíritu Santo es quien nos enseña todas las cosas y nos recuerda constantemente su palabra, pero:

¿Quíen es el Espíritu Santo?

Muchas sectas y falsas doctrinas no lo reconocen como deidad, pues para estos no hace parte de Dios, algunos dicen que es una fuerza, otros dicen que no proviene de Dios sino que es nuestro espíritu en santidad, otros ni lo tienen en cuenta. Pero miremos ¿qué nos dice la biblia acerca de esto?

1 JUAN 5:7-12 El testimonio del Espíritu

6 Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. 9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Si notamos la palabra dice que son tres los que dan testimonio en el cielo EL PADRE, JESÚS (Verbo) y el Espíritu Santo, y que estos tres son UNO, es decir, el Espíritu Santo es una  persona de la Trinidad.  Así que cualquiera que quiera negar que el Espíritu Santo no es Dios entonces no ha leído esta parte de la palabra o la ha tergiversado, por eso es fundamental la lectura total y constante de la Biblia, para que no nos enreden, pues hay a quienes les denominan (Jesús solos), porque no creen en el Espíritu Santo, sino que Jesús es solo sin el Espíritu Santo ni El Padre, y tampoco han leído o discernido esta palabra que el mismo  Jesús dice:

MATEO 12:22  La blasfemia contra el Espíritu Santo  (Mr. 3.20-30; Lc. 11.14-23)

22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. 23 Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? 24 Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. 25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. 31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.

Jesús advierte que la Blasfemia contra el Espíritu Santo No será perdonada, entonces miremos qué significa blasfemar, según la Real Academia de la lengua Española (RAE) es: Maldecir o vituperar.

En el Diccionario Bíblico wikicristiano encontramos: “(heb. nêâtsâh [del verbo nâats, «blasfemar»; también los verbos gâdaf, jâraf];gr. blasfmía [del verbo blasfméÇ]) Término que denota un lenguaje difamatorio o injurioso hacia Dios. Sin embargo, los vocablos hebreos y griegos también se emplean con respecto a palabras y actos que atentan contra el honor, la honra y/o la fama de las personas. Tales frases o hechos abarcan las maledicencias, maldiciones, afrentas, calumnias, injurias, imprecaciones, etc. En la RVR generalmente se reserva este término para los casos en que se difaman el nombre o el carácter de Dios (Lv. 24:11; Stg. 2:7), ya sea en forma directa (Hch. 6:11) o implícita, como cuando se atribuyen evidencias del poder divino al diablo (Mt. 12:24) o se pretende la divinidad o las prerrogativas divinas (Mt. 9:1-6; 26:64-66; Jn. 10:33, 36). En la ley mosaica se castigaba la blasfemia con la lapidación (Lv. 24:11-16; cf Hch. 6:13; 7:56-59). No se perdona la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mr. 3:28, 29).”

Entonces contextualizando lo anterior podemos ver que los fariseos  negaban el poder del Espíritu de Dios que emanaba de Jesús, además de no creer en las palabras de Jesucristo, y le decían que todo lo que Él hacía era por el poder del diablo, y es por eso que al no creer las palabras de Jesús, ni el poder del Espíritu Santo, no lograron el perdón de Dios, pues el Espíritu Santo y su palabra es lo único que convence a una persona de Pecado, Justicia y Juicio, PARA EL ARREPENTIMIENTO GENUINO DE TODOS SUS PECADOS, y alcanzar la Salvación, pues bien Jesucristo nos lo advirtió:

JUAN 16:7-14  “7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. 12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”

También Jesús nos dice que el Espíritu Santo da testimonio de Él y sus obras:

JUAN 15:22-27  “22 Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. 23 El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece. 24 Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre. 25 Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron. 26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. 27 Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”

Para comprender un poco más sobre el Espíritu Santo, miremos como es nombrado en algunas partes de la biblia y sus orígenes etimológicos:

  • ESPÍRITU DE DIOS Del Hebreo (Ruaj de Elohim):

Génesis 1:2 “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

  • EL  CONSOLADOR O CONSEJERO Del Hebreo (Ruaj HaKodesh):

JUAN 14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

  • ESPÍRITU DE VERDAD del griego (παράκλητον parákleton) significa aquel que es invocado:

JUAN 16:13 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

Como podemos observar desde el Antiguo testamento, se habla del Espíritu Santo o Espíritu de Dios, el cual llegaba y descendía en el tabernáculo, o en ciertos personajes y en los autores sagrados por momentos, bien fuera para inspirar las Escrituras, hacer milagros, dar fuerza como es el caso de Sansón etc. Pero después de que Jesucristo se fue y los discípulos,  recibieron el Espíritu Santo en PENTECOSTÉS nos abrió la posibilidad a todos para que pudiéramos tenerlo con nosotros todo el tiempo, como nuestro, amigo, compañero, maestro, guía, ayudador, consolador, instructor, médico, consejero, además éste es el que  nos convence de pecado, pues cada vez que fallamos, nos redarguye fuertemente y nos hace arrepentir.

Por eso Jesús les dijo:

HECHOS 1:2-5  “2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; 3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. 4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”

HECHOS 1:8   “7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

HECHOS 2:1-4  La venida del Espíritu Santo

1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

 

Webgrafía

http://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/   –   https://www.biblegateway.com

https://es.wikipedia.org/wiki/Esp%C3%ADritu_Santo    –  http://www.rae.es/