“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
S.Juan 16:33 RVR1960
En este pasaje bíblico Jesús le advierte a sus discípulos, que serán esparcidos, es decir, perseguidos y que iniciaría la persecución que hasta el día de hoy nos toca vivir a todos los que hemos nacido de nuevo y llevamos su palabra. Muchas veces nos preguntamos, ¿por qué le sucede eso a los hijos de Dios? Pero Jesús ya nos dejó claro el motivo por el cual nos pasan estas aflicciones.
“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece. Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre. Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.”
S.Juan 15:18-25 RVR1960
Y es por eso que dice la palabra que desde Juan el reino de los cielos sufre violencia:
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. El que tiene oídos para oír, oiga. Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.”
S. Mateo 11:12-19 RVR1960
Y lo que quiere decir Jesús en estos Capítulos, es que solo los que soportan las aflicciones entrarán al reino de los cielos. Pues hay que esforzarse para entrar por la puerta estrecha y para andar en el camino angosto, y para soportar la persecución y las pruebas que nunca paran, pero que dan muestra que realmente somos hijos de Dios, pues la palabra dice:
“Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
Hebreos 12:4-8 RVR1960
Y debemos saber que el diablo no descansa y está buscando todo el tiempo hacernos caer y Dios se lo permite, para que vayamos avanzando en la formación de nuestro carácter, y este sea semejante al de Jesucristo, por eso nos dice:
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.”
1 Pedro 5:8-11 RVR1960
Y como vemos nos invita a resistir al diablo, NO a pelear con el diablo, sino que nos manda a someternos completamente a la voluntad de Dios.
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”
Santiago 4:7 RVR1960
Así como nos lo mostró Jesús:
“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.”
S. Lucas 22:31-32 RVR1960
Como vemos ni siquiera Jesús reprendió a Satanás, ni canceló en su nombre la prueba que venía sobre Pedro, sino que ROGÓ al Padre que la FE de Pedro no faltara, así es que no hay que pelear ni reprender al diablo ni cancelar las pruebas o situaciones que nos acontezcan, sino estar firmes y fortalecidos en la FE soportando las aflicciones. Y no caer en el error de las doctrinas de demonios que están enseñando una serie de herejía en las que se las pasan viendo al diablo en todas partes y se la pasan reprendiendolo en cada situación que les acontece, culpando a Satanás de todas las situaciones, de sus propios deseos y concupiscencias. Pues se la pasan añorando los falsos deseos de este mundo y caen en la trampa de creer que pueden vencer a los Ángeles caídos y se dan a la pelea contra Satanás, Ignorando lo que dice la palabra:
“Lo mismo les va a pasar a los malvados de quienes les estoy hablando. Porque con sus locas ideas dañan su cuerpo, rechazan la autoridad de Dios e insultan a los ángeles. Ni siquiera Miguel, el jefe de los ángeles, se atrevió a hacer algo así. Cuando Miguel peleaba con el diablo para quitarle el cuerpo de Moisés, no lo insultó, sino que sólo le dijo: «Que el Señor te castigue». Sin embargo, esta gente insulta hasta lo que no conoce. Se comportan como los animales, que conocen las cosas pero no las entienden, y por eso terminan destruyéndose a sí mismos. ¡Pobre gente! Se portan como Caín. Y por el afán de ganar dinero, cometen el mismo error que cometió Balaam. Son tan rebeldes que morirán como murió Coré. Es una vergüenza que esas personas vayan a sus fiestas de amor, pues comen y beben sin ningún respeto. Son líderes que sólo se preocupan de ellos mismos. Son como nubes sin agua, que el viento lleva de un lado a otro. Se parecen a los árboles que no dan fruto, pues han sido arrancados de raíz y están totalmente muertos. Son gente violenta. Todos pueden ver lo malo que hacen, pues sus maldades son como la espuma de las violentas olas del mar. Son como estrellas perdidas, condenadas a viajar siempre en la más terrible oscuridad. Hace ya mucho tiempo Enoc, que fue el séptimo hombre después de Adán, habló de esta gente y dijo: «Miren, Dios viene acompañado de miles y miles de sus ángeles. Viene para castigar a todos los que hicieron el mal, y castigará a todos los pecadores que lo insultaron.» Esta gente se queja de todo, y lo critica todo. Sólo quiere que se cumplan sus deseos egoístas. Habla con orgullo, y cuando habla bien de los demás, lo hace sólo para aprovecharse de ellos.
Judas 1:8-16 TLA
Es con esto que nuestro Señor nos enseña a soportar las aflicciones en oración y ruego, sabiendo que Dios está al control de todas las cosas y que si somos perseguidos por causa de su nombre es porque realmente hemos nacido de nuevo y somos sus hijos pues Jesús dijo:
“Dichosos ustedes cuando los odien, cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien por causa del Hijo del hombre. »Alégrense en aquel día y salten de gozo, pues miren que les espera una gran recompensa en el cielo. Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los profetas. »Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya han recibido su consuelo! ¡Ay de ustedes los que ahora están saciados, porque sabrán lo que es pasar hambre! ¡Ay de ustedes los que ahora ríen, porque sabrán lo que es derramar lágrimas! ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los falsos profetas.
Lucas 6:22-26 NVI-E
GRACIAS SEÑOR POR ESTAS AFLICCIONES MOMENTÁNEAS QUE NOS CONFIRMAN TU PALABRA Y NOS AFIRMAN QUE SOMOS TUS HIJO.
¡ALABADO SEAS YESHÚA HA MASHIAJ! A TI SEA LA GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN.