¿CÚAL ES LA CAUSA DE LAS ENFERMEDADES?

Ésta  es la pregunta más frecuente en la ciencia de hoy, pues todos quieren saber sobre la causa de las enfermedades, es así que para responder esta pregunta existe un sin número de información que no da respuestas contundentes, pero  por las enfermedades el sistema hace que las personas gasten millones y millones de pesos en pro de una mejor salud, pero ¿qué pasa cuando vemos que ciertas personas que van al gimnasio todos los días o son deportistas de alto rendimiento, mueren de infartos o tienen muertes súbitas? Es ahí cuando abundan  las explicaciones médicas pero que no dan respuestas al ¿Por qué? También suele suceder que personas que manejan dietas alimenticias estrictas terminan con tumores cancerosos, y múltiples enfermedades extrañas, entonces ¿a qué se debe esto?

Para comenzar quiero aclarar que no estoy en contra del cuidado del cuerpo ni al ejercicio o la buena alimentación, pero sí quiero que estudiemos a través de las escrituras, si nosotros estamos al control de las enfermedades o si realmente podemos evitar enfermarnos.

Iniciemos pues con lo que Dios nos ha revelado en su palabra: Dios muestra en diferentes situaciones las causas de las enfermedades y una de las más famosas es la de Job, la cual todos conocemos:

*Y el Señor dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; pero guarda su vida. 7 Satanás salió de la presencia del Señor, e hirió a Job con llagas malignas desde la planta del pie hasta la coronilla. 8 Y Job tomó un tiesto para rascarse mientras estaba sentado entre las cenizas. 9 Entonces su mujer le dijo: ¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete. 10 Pero él le dijo: Como habla cualquier mujer necia, has hablado. ¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal? En todo esto Job no pecó con sus labios.*

Job 2:6-10

Como vemos Job no era un pecador, ni tenía una vida descarriada, ni mucho menos maltrataba su cuerpo o era descuidado en su alimentación, sino que al contrario Dios exalta su condición como hombre bueno, así que no tuvo Job nada que ver con su enfermedad. Y tampoco pudo hacer nada para quitarsela, todo fue en la voluntad y el tiempo de Dios.

Es así como vemos que quien lo permitió fue Dios a pesar que satanás ejecutara la acción. Pero podemos ver también en muchos otros caso la mano de Dios puesta sobre personajes como  consecuencias de pecado. Este es el caso del hijo de David:

*13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. 14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.  15 Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño que la esposa de Urías había dado a luz a David, y enfermó gravemente.*

2 Samuel 12:13-15

También podemos ver podemos ver en la ley cómo Dios deja establecido que ÉL enfermará a todo aquel que no obedeciera a sus ordenanzas:

*si despreciáis mis estatutos y si aborrece vuestra alma mis ordenanzas para no poner por obra todos mis mandamientos, quebrantando así mi pacto, yo, por mi parte, os haré esto: Pondré sobre vosotros terror súbito, tisis y fiebre que consuman los ojos y hagan languidecer el alma. En vano sembraréis vuestra semilla, pues vuestros enemigos la comerán.*
Levítico 26:15‭-‬16 LBLA

Así pues que ÉL enviará enfermedad también sobre todos aquellos que desobedecieran dentro de su pueblo, pero de igual manera también ÉL sanará a todo los que se arrepientan y librará de enfermedades a todos los que obedecen:

*Y el Señor apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido, sino que las pondrá sobre los que te odian.*
Deuteronomio 7:15 LBLA

Pero no podemos decir que todo aquel que enferma es por pecado ni que es castigo de Dios, pues el mismo Jesús rompe con esa creencia de entre los Judios, que pensaban que todo mal era castigo de Dios, pues miremos lo que le preguntaron cuando vieron al ciego:

*Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego? Jesús respondió: Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él.*
Juan 9:1‭-‬3 LBLA

Es así que Dios con todos los males o enfermedades tiene un propósito superior a lo que hoy podemos ver pues como bien dice en su palabra, por ahora vemos por un espejo oscuro y no podemos comprender muchas cosas. Y si ÉL desea, en su voluntad,  al rogar en oración nos muestra cuál es el propósito de ÉL con cada situación que vivimos. Pues bien podemos ver un buen ejemplo en el Apóstol Pablo  que a pesar de ir por todas partes haciendo milagros en el nombre de Jesús, y  sanando enfermos, e incluso vemos cómo la gente tomaba sus ropas y los enfermos sanaban. Pero luego padeció de un aguijón el cual pudo ser una enfermedad y Dios le dijo BÁSTATE DE MI GRACIA.

*Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí. Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.*

2 Corintios 12:7‭-‬9 LBLA

Vemos pues cómo en este caso Dios le dice a Pablo que su aguijón o su mal tiene como propósito fortalecer su poder en él, y para que no se enalteciera lo golpea con ese mal.

Así pues es como Dios en muchas ocasiones está haciendo su obra en nosotros y para eso debe quebrantarnos con múltiples situaciones o enfermedades si es necesario, para poder que nosotros llevemos fruto y fruto en abundancia. Por eso cuando estemos pasando por aflicciones alabemos al Señor porque está perfeccionando su obra en nosotros. Con esto no quiero decir, que lo que dicen en algunas religiones, que con la enfermedad se esta santificando, sea cierto, pues la santidad solo se da a través del sacrificio de Jesús y por medio del arrepentimiento.

Decirlo es muy fácil, pero el reto de esto realmente es VIVIRLO. Pues del Dicho al hecho hay mucho trecho.

DIOS NOS BENDIGA Y NOS GUÍE A TODA VERDAD.